Seguidores

jueves, 8 de noviembre de 2012

THE MAN WHO SOLD THE WORLD

Nirvana es uno de esos grupos que me fue enganchando poco a poco, y en especial, esta canción, al igual que todo el disco, junto con el primero que escuché de ellos, Smells Like Teen Spirit. Aún recuerdo cuando un amigo de mi hermano mayor apareció con el casette del grupo, original, con la portada del bebé, creo recordar, para enseñárselo a éste y a otro de mis hermanos. No me gustaba demasiado este tipo de música, sobre todo la del LP citado, tan heavy, en la cual parece que lo único que saben los músicos es gritar y aporrear los instrumentos. El tiempo da y quita razones, y hoy día, valoro cualquier canción que tiene calidad instrumental, y Nirvana lo ha demostrado con creces. Bueno, eran otros tiempos. Luego, tras la muerte del líder, nació el mito y la leyenda, y ahí sí que es cierto que existe cierta sobrevaloración, no sólo con Kurt Cobain, también con tantos otros que, por el hecho de que podrían haber demostrado mucho, parece que están en el Olimpo y han sido los mejores en su terreno.  Ahí ya soy de otro parecer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario