Cada vez que he perdido a alguien importante, alguien importante para alguien, la primera canción que escucho siempre después del entierro es esta. Así fue cuando, justo hace 15 años, a esta hora, murió mi abuelo. Y así será siempre. La canción prepara el llanto hasta que a los 4:30 minutos las lágrimas resbalan por las mejillas. Y no antes. Pues el verdadero sentido de la canción, para mi, está ahí.
Y así será siempre.
Y no podemos hacer otra cosa más que recordarlo. Y como es lo único que podemos hacer, lo hacemos.
Y así será siempre.
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